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La importancia de la foto de perfil adecuada

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Si decides adjuntar una fotografía a tu currículum —lo cual ya de por sí es una cuestión interesante—, conviene saber que la mayoría de los reclutadores internacionales no la solicitan y, de hecho, a menudo desaconsejan incluirla. La razón es que una imagen puede generar, desde la primera fase del proceso, prejuicios inmediatos, casi instintivos e inconscientes. Además, algunos consideran que también puede ser delicado desde el punto de vista legal, ya que supone un posible riesgo de discriminación para el empleador. Seamos claros: nadie quiere ser acusado de contratar solo a personas con el pelo negro, solo a candidatos atractivos o únicamente a personas con ojos verdes. Los currículums modernos, en cualquier caso, deberían centrarse en los valores y competencias reales.

No obstante, todavía existen sectores en los que, aunque no se solicite explícitamente una foto, sí se recomienda firmemente incluirla. En muchos puestos, la apariencia externa sigue teniendo peso. En otros casos, la foto no responde tanto a una exigencia profesional como a una costumbre cultural: a la gente simplemente le gusta ver de quién se está hablando.

Una solución intermedia muy acertada es añadir un enlace al perfil de LinkedIn. Allí ya dispones de una fotografía y, si el empleador está realmente interesado en tu apariencia, puede consultarla cuando lo desee.

En trabajos centrados en las personas (ventas, relaciones públicas, educación, etc.) o en profesiones basadas en la marca personal (coaching, formación, etc.), incluir una foto puede ser claramente positivo. También es recomendable cuando utilizas una plantilla de currículum diseñada para mostrar una imagen (nosotros también ofrecemos algunas así). Por el contrario, en el sector IT una foto puede ser tan irrelevante que incluso llegue a percibirse como una desventaja.

Si aun así decides adjuntar una fotografía, es importante que cumpla al menos con los siguientes criterios:

  1. Fondo neutro (nada de posar frente a la Esfinge; una estantería sencilla es más que suficiente)
  2. Luz natural (una iluminación excesiva crea un efecto de estudio; conviene ser prudente)
  3. Retrato de cabeza y hombros (esto no es una app de citas, evita las fotos de cuerpo entero)
  4. Expresión facial segura y amable, quizá con una sonrisa discreta (no te muestres demasiado serio; no es una foto antes de una batalla, pero tampoco es ideal reírse a carcajadas)
  5. Vestimenta business casual (un cuello de camisa visible transmite mucha más profesionalidad que una capucha; y si estás pensando en una pajarita, mejor evítala. Como mucho provocará sonrisas. Sé sencillo pero elegante)

Lo que debes evitar:

  1. Selfies con el móvil (en serio, seguro que hay alguien que pueda hacerte una buena foto)
  2. Fotos en el coche (realmente, no)
  3. Fotos de boda recortadas (muy incómodo)
  4. Fotos en la playa (ni se te ocurrió, ¿verdad?)
  5. Fotos de fiesta (mejor no)
  6. Fotos de hobbies (con un pez en la mano o jugando al golf: no debería ser lo principal que muestres de ti)

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